Róterdam “la Manhattan de los Países Bajos”
Róterdam, conocida como "la Manhattan de los Países Bajos", es una ciudad que mezcla la modernidad con historia e innovación. Es parecida a Ámsterdam porque tiene canales y a Manhattanpor la cantidad de rascacielos que decoran su skyline, pero realmente esta ciudad de los Países Bajos es diferente a cualquier otra y en ello han trabajado desde hace años, en hacerla única. Arrasada casi por completo en la Segunda Guerra Mundial, en Róterdam no quisieron seguir el ejemplo de otras ciudades que corrieron su misma suerte y decidieron apostar fuerte por las nuevas corrientes arquitectónicas.
En este blog/post, te presentamos cinco paradas que no puedes perderte en tu próxima visita a esta ciudad:
1. Las Casas Cubo
Uno de los grandes iconos de la ciudad, diseñadas por el arquitecto local Piet Blom en los años 70, estas casas son, literalmente, cubos que se sostienen sobre un gran pilar con la idea de crear un bosque en cuyas copas viviese la gente a la vez que el exterior se organizaba para aprovechar el espacio. Todos estos cubos amarillos están habitados excepto uno, que es un museo destinado precisamente a que se pueda ver cómo son estas casas por dentro y cómo están distribuidos los espacios.
2. El Markthal
Muy cerca de las Casas Cubo destaca uno de los edificios más espectaculares y originales que hayas podido visitar. Con forma de gigantesco arco de herradura, aquí conviven unas doscientas viviendas con un impresionante mercado en completa armonía. El techo del mercado está cubierto por un vistoso mosaico de frutas, flores y vegetales realizado por los artistas Arno Coenen e Iris Roskam, forma un total de 11.000 metros cuadrados de fantasía que son la obra artística más grande de Holanda.
3. Depósito Boijmans Van Beuningen
La función de este edificio es la de acoger las muchas obras que el museo Boijmans Van Beuningen no puede exponer por falta de espacio. Su forma es exactamente eso, un enorme cuenco en el que poder guardar todo ese patrimonio, eso sí, un cuenco de 40 metros de altura, recubierto de cristal para que se refleje el entorno y coronado por una maravillosa terraza que ofrece unas preciosas vistas.
Si el interior es impactante, lo que hay dentro todavía lo es más. Formado por un laberinto de escaleras te conduce por las salas donde las obras se lucen “al desnudo”, es decir, no están colgadas en una pared y es posible ver tanto la parte delantera como la trasera con todas sus marcas y anotaciones. La variedad de obras, épocas y artistas es abrumadora: Münch, Jan Van Eyck, Mondrian, Kandinsky, Miró, Picasso, Cézanne, Gauguin…
4. Puente de Erasmus
Este puente, que cruza el río Mosa, es un símbolo de la ciudad y una obra arquitectónica impresionante. Además de su funcionalidad, su diseño es una verdadera obra de arte que destaca en el skyline de Róterdam.
5. Korenmolen de Distilleerketel
Se trata de un tradicional molino de viento, como otros tantos que salpican los paisajes de los Países Bajos, pero este es muy especial ya que es uno de los pocos edificios que sobrevivió a la destrucción nazi. En el barrio de Delfshaven todavía es posible hacerse una idea de cómo era la ciudad antes del bombardeo ya que quedan muchos edificios antiguos.
Apúntate esto: La bici es el medio de transporte más popular en los Países Bajos, pero en Róterdam son los Watertaxi, donde puedes reservar un paseo y disfruta del paisaje a toda velocidad.